Mi velador.

En mi desorden habita una canción
Ladrona melodía
Roba la lógica de mis respuestas
Y deja mis recuerdos sin evidencia.

En mi desorden luz y espacio
Se enredan en el desequilibrio
Y mis ideas se enfrentan a la gravedad
En una danza a destiempo.

En mi desorden habita un suspiro
Irreverente a la geometría
Esclavo de una pluma
Amante de un papel...

En mis segundos solitarios
La tinta de mi desorden
Se derramó.

de alguna forma siempre regresa ese mismo desagradable sabor
donde todo es algo confuso y las luces se vuelven algo lejanas...

distancia

La distancia no se mide en segundos
ni en metros, ni en millas.
No la denuncia un mapa
con sus cotas o coordenadas.

La distancia no es una línea
entre un punto y otro.

La distancia es piel que nos reclama.
Sueños que en tu pecho,
no encuentran refugio.
Miradas, que no alcanzan
a despeinar nuestras pestañas.

La distancia son los besos que nos faltan.

QUIERO PAZ!

hoy, mi prima que es mi vecina, llegó a mi casa y dijo: "nos asaltaron, pistola en la cabeza y nos amarraron en la casa"

luego del terremoto, luego de ver como a mi otro vecino, unimarc, lo saquearon, luego de ver como una noche lo quemaron.... luego, el hoy.... sólo agradecer que mi familia está sana y salva...... pero este terremoto, aún no termina.... la vigilia de aquellos días, no fue suficiente, la violencia no termina.... yo tan sólo quiero paz y un sueño tranquilo.

peso

Es tu medida

la que resuelve el contorno de mis líneas.

Tu peso, haciendo peso.

Derrumba mi colosal soledad.

Gira el mundo, y lo vuelve hacer andar

para que comprenda su vocabulario de pestañas…

el sol cae rendido ante tu lenguaje

y mis pasos se derriten,

forjan pasos con la medida

de las líneas que traza tu temperatura.

Frente a todo lo infinitamente frágil

Es tu peso, haciendo peso

En mi derrumbada soledad

La que me construye piel.

también escribí un poema de amor

Te amo como se aman los enamorados

como los cuentos aman las golondrinas,

como los trenes, sus estaciones

como los óleos, las telas

como la trementina, pinceles.

Amor como el de las canciones,

las teclas de un piano

y las cuerdas, los dedos

y los timbales, las manos.

Amor como el de la tinta a las letras

como el del empaste a los textos

como una lágrima al teatro.

Como las risas y el llanto.

Como ama el oído, un tiempo susurrado.

Te amo como la calle ama los pasos.

Como la ciudad ama sus luces

y las estrellas sus campos

como las órbitas enamoran sus soles

y la locura ama los actos apasionados.

Como todas aquellas cosas que se aman

Yo te amo.

Como esta historia ama los trazos

del lenguaje que crean tus labios en mis labios.

dejo mi femineidad

Dejo mi femineidad

por huellas firmes en la tierra.

teñida de fuegos malintencionados

amenazada por actos impulsivos

y saqueos de dignidad.

Mi dignidad

aferrada a estas huellas firmes en la tierra.

Mis movimientos

Sólo buscan defensa

[aquella que hoy nos niega un gobierno]

defensa del hambre

de mis manos sucias

del robo, de la gula

de ésta escalofriante desconfianza.

De esta aterradora des-humanidad.

Mis movimientos

ya no encuentran femineidad.

Habitante de tus Mejillas

Quiero ser habitante de tus mejillas

dormir en la cuenca de tu ojo

cubrirme con un par de pestañas si hace frío.

Despertar y emprender rumbo

por el sendero de tus poros,

descansar en las heridas de tu tiempo,

regalarte un buen sueño.

Hacer de mí, temperatura

en el universo de tu nariz

que insiste en despeinar mis ideas.

Quiero ser habitante de tus mejillas

hacerme gobierno del olor de tu piel

enloquecer con el color

que me imprime esta tierra. Tu tierra.

Quiero ser habitante de tus mejillas

y que me dejes coquetearle al ocaso

sentada en el contorno de tus labios.